jueves, 31 de diciembre de 2009

…Y al final

Supongo que esperan una poco de melancolía de mi parte en esta fecha. Todos se dejan invadir por cierto espíritu que enaltece sus corazones (el licor suele ayudarles)

Lo lamento. Me encuentro al fin sin buenas ideas, y creo que alguna parte de esa esencia colectiva debió habérseme impregnado, porque aún así trato de escribir algo que entone con el ambiente.
Y tampoco no quiero caer en los estúpidos trucos de publicidad, que dictan el menosprecio de estas fiestas para llamar la atención, por medio de la controversia.
Frasecitas gotiquillas como “estas fiestas no valen nada”, “son fechas sin nada especial”, y una larga serie de estúpidos etcéteras, no van conmigo.

Tampoco no son las festividades un santo de mi devoción: esto de las fechas especiales opacan el diario milagro de la vida. Te hacen creer que todo el año es una basura y que solo estos días valen la pena; que debes esforzarte (Trabajar más de gratis) para comprar buenos regalos, o si no, no eres nadie.

Este día lo plantean como el de la redención.
Nunca he imaginado un día del juicio: todos los días son un cotidiano ir y venir entre los tormentosos espacios y tiempos; cada día que se vive es perfecto para todo.
No hay momento especial, puesto que la sola existencia plantea el continuo milagro de algo maravilloso. Y la esencia de toda existencia es que los tiempos no existen; y un espíritu iluminado puede ver navidad en agosto, y año nuevo a las tres de la tarde.

Termino aquí antes de que empiece a sonar como tarjetas de regalo, o que termine haciendo alguno de mis inútiles esfuerzos por hacer poesía: esperando que alguien pueda sacar provecho de esto que escribo.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La injuria suprema a mi sistema nervioso.

De seguir la digitación a este ritmo, peligran mis dedos de lastimarse: la alteración de mis nervios es tal, que casi brotan mis lágrimas ante una cólera de dimensiones épicas.
La razón, aparte de mi sensibilidad superlativa, es el ambiente al que cualquiera que ande por las calles capitalinas de San Salvador podrá constatar; y no es posible al menos insinuar una descripción de la caótica barahúnda que imperan en estos días.

¿Y siguen sin entender? Es que este comentario no lo podrán comprender a menos que hayan tenido la desdicha de pasear por las calles de San Salvador alguna vez. En plena época salvadoreña, esto es algo que no le deseo ni a mi peor enemigo extranjero.
Y entonces, empezarán a tomarme por un estúpido que fue a meterse a la boca del lobo y salió mordido… Les informo que un trágico inconveniente me obligo a salir a estas estúpidas calles que ahora representan un peligro para los nervios de cualquier persona.

En esta época, los conductores del transporte público conducen a una forma aún más estrepitosa que de costumbre, y aún a mí me parece inconcebible que sean capaces de hacerlo, ya que diariamente lo hace mal pero ahora cada conductos parece una homicida en potencia: y todo aquel que quiera hacer el papel de machito, se encuentra con otro que le hace la segunda voz en esta canción de idiotas: mientras tanto, los pobres pasajeros bajan todos los santos del cielos en busca de protección.


Si hablo de los vendedores… pocos creerán mis palabras, a menos que sean salvadoreños, pobres nosotros… Sus estentóreos gritos, los manoseos gratuitos, su pésima educación en la forma de tratarte, hablándote como si fueran reguetoneros estúpidos (valga la redundancia cíclica) y todo el comportamiento que demuestra una gran ánimo en su trabajo, pero un desconocimiento total de las técnicas de mercadotecnia adecuadas: y no desconozco lo importante que son por ahora para la economía familiar salvadoreña, pero no por ser útil debemos resignarnos a que los negocios informales sigan de esta manera.

¿Qué? ¿Acaso por ser tercermundista debo aguantarme una época navideña de magnitudes plebéyicas? ¡Ah!... ¿Qué me vaya a centros comerciales caros, que aumente mis estatus?

Sobre golpes, estados y recuerdos de infancia

De seguro, a nuestro señor canciller (¿recuerdan que soy salvadoreño, verdad?) nunca le dieron en la escuela medallita por su desempeño académico, de seguro siempre soñó estar en el podium de los niños destacados, figurar en el cuadro de honor de su colegio: y he de creer que este odio a las menciones honoríficas fue el que propició el despido del embajador salvadoreño en Honduras, Sr. Sufrido Ochoa Pérez.

Que el gobierno es provisional, que pudo ser o no bueno la destitución de Zelaya (pobrecito, y tantas ganas que tenía de gobernar que hasta andaba buscando reelección), y que nadie en el mundo muestra conmiseración alguna a los golpistas, no es motivo para que la relación que el embajador tuvo con el gobierno provisional sea razón de despido. Es embajador, no podía dejarles de hablar a los hondureños así nada más.
Si, suena raro lo de la medallita, es imperativo investigar porqué: para que el canciller le haya despedido, el embajador debe haber participado en el golpe de estado, solo una intromisión de este tipo puede valerle algo así.

Apenas he oído la noticia de caminos acá –mi tan preciado acceso a Internet-, y quería señalarles cuanto de esto es posible que nos espere en el futuro: minutos después, el noticiero refería ciertos proyectos de ley para reformar a los medios de telecomunicación, con el caballito troyano de reformar el espectro radial, para al fin reformar el contenido de que recibimos los salvadoreños…. Y que no lo estoy defendiendo del todo, porque no es el mejor que nuestra población pueda recibir, pero eso es otro día.

Es decir que ya empezó a mostrar la falta de dialogo y concertación que tanto le recriminan a los gobiernos de derecha: poco a poco se va transfigurando, supongo y temo que los pocos espacios de opinión se conviertan en centros de adoctrinamiento.
¿Apocalíptico verdad? Sinceramente espero que en esta reseña, haya primado mi faceta de escritor, más que la de adivino: suficientes tiranos tiene el mundo para uno más.

martes, 22 de diciembre de 2009

Otra cambio en las cuotas de poder.

Y me sorprende por otra parte, las cifras sobre afiliación religiosa que los sondeos de opinión expresan.
Existe uno de la UTEC, de la UCA y de un instituto de sondeo de opinión imaginario que trabaja en mi mente, en la utópica ciudad de Uqbar, que sin embargo tiene muchas relación con la vox populi que a diario tanteo en las conversaciones que se desarrollan en los autobuses de mi ciudad...

Realmente, algo que ya muchos aventurábamos de vez en cuando: que la iglesia católica esta perdiendo la tradicional hegemonía que gozaba en la religiosidad salvadoreña, y resulta que ahora muchos han emigrado su fe hacia uno de los más o menos elaborados esquemas protestantes: y se reconoce que los líderes de estas sectas (Que conste que este término en El Salvador ha perdido cualquier rasgo despectivo) también han adquirido un leve protagónico en la vida nacional; Saca ya participaba con ellos en alguna liturgia (De hecho lo han apoyado de cara a sus problemas) y Funes inauguró cierto templo...

Esto es bastante bueno: ¿Recuerdan cuánto defiendo la diversidad?... Resulta que frente a la dura época que se nos avecina (¿Debo mencionar más? Reactivación de la economía después de la crisis, una reestructuración de las fuerzas políticas de cara a las elecciones -que son siempre próximas-, etc.) será la opinión de estas instituciones las que de vez en cuando podrán expresar la voluntad del pueblo...

Lo importante ahora es que los líderes religiosos tomen, no solo con la alegría que de que más fieles representan más limosnas, sino también con la responsabilidad que implica ser la guía de tantas almas, el papel que deben desempeñar en la vida nacional.
Desde ese punto de vista, no debe extrañar a nadie que en poco tiempo veamos como los reporteros hacen rueda de prensa no solo en el Arzobispado de San Salvador, sino también frente al TAI u otro templo. Esperando aún

Sobre un personaje que no termina de entrar en escena

¿Será una alucinación mía -que debo decir son frecuentes-, o es que acaso nuestro arzobispo de San Salvador esta desempeñando un mayor protagonismo en los temas de interés nacional?
Lo veo con bastante frecuencia en los medios de comunicación, sentando su posición sobre la realidad salvadoreña: Claro que a veces no pasa de los típicos argumentos de “el pueblo, el pueblo” (La traducción correcta a su condición de prelado es “feligresía”, para ser más exactos y no pecar de facineroso ignorantes) pero por lo menos se esta preparando para ser un verdadero contralor en los tiempos que se vienen, ya saben: Funes queriendo escapar de sus destino, al que sus siniestros amigos de FMLN le encaminan; un país que deja la polarización política para caer en el resquebrajamiento de los partidos de mayor peso; a luchas intestinas en la Asamblea por nuevas alianzas de poder, en clara oposición a la voluntad popular...

Teniendo siempre presente que la iglesia católica no tiene las mejores relaciones con las doctrinas socialistas; rechazando como es bien sabido los fundamentos de la Teología de la Liberación, realizando “sutiles” reformas hasta que esta teoría no rebatiera la usual posición de la iglesia a nivel mundial.

Lo que veo es que nuestro obispo tiene una opinión que no siempre comparto (Nunca, a decir verdad), pero que, al igual que Voltaire, defiendo hasta la muerte... o al menos hasta que el punto de vista desde el cual los formula, nos permita tener un panorama más amplio de lo que esta sucediendo.

Egocentricamente hablando

Si claro, se supone que yo también debería estar empapado del espíritu salvadoreño: más de algún blog con diseñadores en planilla adecuan sus contenidos a la época; aunque espero que Internet nunca emule a los centros comerciales, y la temática exclusiva sea la navidad desde septiembre.

Y discurrir un par de horas sobre el significado de la navidad sería poco provechoso (y aunque de hecho lo este haciendo). Es bastante trillado decir, por una parte, que la navidad se ha convertido en un bastión de última hora para las grandes transnacionales (Y el concepto recuerda las luchas de los '80).
Por el otro, es casado decir que la navidad de encuentre en nuestros corazones: tantas veces observamos como las verdades más absolutas son ignoradas, o acaso tergiversadas bajo relativismos que acentúan nuestra hipocresía.

¿Entonces de que hablar este día? De las tradiciones, de los altos costos de la época, de la gente que nunca disfruta este día como es debido; nuestros sueños y aspiraciones, enmarcando la navidad dentro de las festividades de año nuevo... Lo cierto es que incluso yo estoy acostumbrado a ver esta época como una fecha de reflexión: hay que recordar que en El Salvador la mayoría de estudiantes esta de vacaciones, y ya que este ha sido el principal papel que he desempeñado, esta es la época en que me decido hacer todas esas cosas que no podría hacer todo el año: escribir poemas, cuentos, y alguna entrada absurda en este blog sobre otra de las cosas que solo me causan una extraña apatía...

lunes, 21 de diciembre de 2009

Reporte de resultados obtenidos por el programa: “Sacando el ejercito a las calles”

Señor Funes.

Presente. (O presidente, que nunca supe de redactar documentos legales)

Hasta el día de hoy he sido requisado cuatro veces; en las tantas, no me han encontrado las armas de destrucción masiva que tanto buscaban en mi ropa, que ajustada como suelo llevarla, no entiendo como habrían de guardar peligro alguno para la sociedad salvadoreña.

Conmigo, tus soldados aumentaron las cifras de personas requisadas: yo me uno a los Rasta de San Martín, Metaleros de Ilopango y los Otaku de Ciudad Delgado, en la gran lista de los requisados que no causamos ningún peligro, sobre todos para ellos; y que por ello, podemos ser requisados sin temor a represalias.

Y lo peor es que las cifras de homicidios siguen en aumento, y cuando los soldados se hayan ido (¿O acaso te sobra presupuesto?) los delincuentes vendrán con más furia sobre nosotros, los pobres ciudadanos salvadoreños.
Pero déjalos que terminen; que el soldado de la esquina de mi casa ya ha hecho grandes adelantos con mi vecina menor de edad, y sería una pena separar a tan bonita pareja…

Al principio no condene tu idea; deje que la probaras pero ahora es tiempo de sacar los trapitos al sol, ¿O acaso no te invade el espíritu de la navidad, con los consecuentes estados de cuenta que le hacemos a la conciencia una vez al año?

viernes, 18 de diciembre de 2009

Volviendo al trabajo

Debe entenderse que de ahora en adelante, no volveré a escribir nada de más de una página de extensión; aunque eso signifique que el contenido de la barra de widgets supere al contenido en sí.
Tampoco no puedo dejar de opinar. Precisa denunciar los errores que voluntariamente o no se comenten, sobre todo cuando la mayoría de la población tienda a creer que son las mejores ideas del mundo.

Creo que recuerdan como trate el tema de los uniformes gratis: resulta que la idea es buena, pero no me parece que la logística sea la adecuada para un plan de esta magnitud.
Ahora el Plan Anticrisis: resulta que no fue una noticia de primera plana como debía ser, precisamente porque no había mucho que decir de ella; sin embargo, resulta que las reformas fiscales que Funes está implementando son motivo de preocupación.

Quiero recordar que estamos en el mundo real. Lo único que veo es una ridícula consigna de “castigar a los ricos por lo que han robado a los pobres”, pero hay que recordar que ladrones o no (Hipocresía aparte), son los empresarios lo que generan la riqueza de este país: ¿Costaba mucho esperar a que se recuperarán de la crisis, para que tus reformas tuvieran más capital al cual tasar?

Estamos en el mundo real: he dicho que hay no solo una buena idea basta, es necesario un plan preciso que la respalde. Un estudio que abarque más de lo estrictamente necesario, estudiando un panorama más amplio al que aparentemente se suscriben nuestros problemas.

En este caso, me refiero al momento histórico-económico que estamos pasando del cual muchas economías resurgirán más fuertes… Aunque hoy ya cobraste tu show a los empresarios; solo espero que des un buen espectáculo para que no se vayan a enojar más contigo.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Sigo quejándome de mi mismo.

El problema de hablar de política en es estos días –aparte de lo mal que lo hago – es que ya nadie quiere creer en ella: no hay un blog en Internet que hable enteramente de ella (el mío es uno de tantos así), a o al menos no tan abundantes como se pensaría.
En definitiva he visto que mezclan hasta carreras de autos, muñecas Barbie y música de Morodo.

Y para terminar de empeorar las cosas, resulta que no he definido aún mi ideología: izquierda, retrogrado; derecha, imperialista; el peor pecado es ser de centro, ya que en realidad nadie te toma en serio.
Se me ocurre hacer prosa: por fin que todos mis poemas lo parecen, y al menos esos tienen una gran afluencia de visitantes en otros sitios.
Y para colmo de males, resulta que en mi intención de promocionar este nombre, producto de mis accesos esquizofrénicos, hay otras webs que puntean en Google con él (Aunque no gracias a él).

Y como si eso no bastara, es posible que no reciba comentario alguno a esta entrada.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Porque fui débil e inestable

Hace mucho que deje de escribir: también hace mucho tiempo que cambié radicalmente la perspectiva de mi blog.
Hay que recalcar, por duro que parezca, que lo único que pretendía era mejorar mi redacción: por lo menos ahora se entiende lo que escribo, aunque otras facetas de mi personalidad han vuelto a posesionar mi mente, y por tanto es difícil predecir si este blog será el mismo que antes.

Ante todo, lo más duro es que no he recibido comentarios de ningún tipo, y que eso menoscaba mi labor como comentarista: la cruel ironía de un comentarista que no recibe comentarios.

Otros proyectos además: mi faceta literaria que desiste en abandonarme, y que esta dando patadas de ahogado ante mi inevitable entrada a la facultad de Estudios tecnológicos, mediante un proceso que de paso me ha devuelto la esperanza que casi perdía en la empresa privada.

Afrontemos los hechos: reestructurar mi estilo, cambiar mis objetivos, y escribir comentarios menos voluminosos: señores, no voy a agregar imágenes, para eso te puedes ir a mis galerías en Flickr y Picassa: no esperes poesía, que en otro lado he escrito los Apuntes sobre la inexistencia.

Esperando lo que venga, viniendo acaso la cruel desesperanza

23 de noviembre de 1933