miércoles, 16 de diciembre de 2009

Porque fui débil e inestable

Hace mucho que deje de escribir: también hace mucho tiempo que cambié radicalmente la perspectiva de mi blog.
Hay que recalcar, por duro que parezca, que lo único que pretendía era mejorar mi redacción: por lo menos ahora se entiende lo que escribo, aunque otras facetas de mi personalidad han vuelto a posesionar mi mente, y por tanto es difícil predecir si este blog será el mismo que antes.

Ante todo, lo más duro es que no he recibido comentarios de ningún tipo, y que eso menoscaba mi labor como comentarista: la cruel ironía de un comentarista que no recibe comentarios.

Otros proyectos además: mi faceta literaria que desiste en abandonarme, y que esta dando patadas de ahogado ante mi inevitable entrada a la facultad de Estudios tecnológicos, mediante un proceso que de paso me ha devuelto la esperanza que casi perdía en la empresa privada.

Afrontemos los hechos: reestructurar mi estilo, cambiar mis objetivos, y escribir comentarios menos voluminosos: señores, no voy a agregar imágenes, para eso te puedes ir a mis galerías en Flickr y Picassa: no esperes poesía, que en otro lado he escrito los Apuntes sobre la inexistencia.

Esperando lo que venga, viniendo acaso la cruel desesperanza

23 de noviembre de 1933

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