lunes, 21 de diciembre de 2009

Reporte de resultados obtenidos por el programa: “Sacando el ejercito a las calles”

Señor Funes.

Presente. (O presidente, que nunca supe de redactar documentos legales)

Hasta el día de hoy he sido requisado cuatro veces; en las tantas, no me han encontrado las armas de destrucción masiva que tanto buscaban en mi ropa, que ajustada como suelo llevarla, no entiendo como habrían de guardar peligro alguno para la sociedad salvadoreña.

Conmigo, tus soldados aumentaron las cifras de personas requisadas: yo me uno a los Rasta de San Martín, Metaleros de Ilopango y los Otaku de Ciudad Delgado, en la gran lista de los requisados que no causamos ningún peligro, sobre todos para ellos; y que por ello, podemos ser requisados sin temor a represalias.

Y lo peor es que las cifras de homicidios siguen en aumento, y cuando los soldados se hayan ido (¿O acaso te sobra presupuesto?) los delincuentes vendrán con más furia sobre nosotros, los pobres ciudadanos salvadoreños.
Pero déjalos que terminen; que el soldado de la esquina de mi casa ya ha hecho grandes adelantos con mi vecina menor de edad, y sería una pena separar a tan bonita pareja…

Al principio no condene tu idea; deje que la probaras pero ahora es tiempo de sacar los trapitos al sol, ¿O acaso no te invade el espíritu de la navidad, con los consecuentes estados de cuenta que le hacemos a la conciencia una vez al año?

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