jueves, 20 de diciembre de 2012

Fin del mundo explicado a religiosos

Intenté hablar ayer sobre el fin del mundo para los inocentes incautos que anduvieran por la red. Pero es que faltaba mi denuncia: El por qué este supuesto fin del mundo es sólo otra tontería.

A estas alturas de la historia la gente sigue pensando que el universo fue hecho específicamente para ellos, por algún tipo de deidad. Para ser sinceros, no recuerdo que en el relato judeo-cristiano - con el que estoy más acostumbrado- se haga una declaración específica de ello, pero es que se supone implícito en el trato que Yaveh le da a su pueblo, en oposición  a la atención que le presta a los ornitorrincos o a los erizos de mar.

Aún cuando las personas abandonan su religión (espiritual si, religioso no), el antropocentrismo fuerte sigue en la mente del aún individuo ignorante: Es el típico que no va a misa pero ha seguido religiosamente cuanta tontería la televisión o internet suelta sobre el destino apocalíptico de la tierra, que se basa esta vez en una estúpida interpretación del calendario maya
Absténgase de culparles por sus ideas estúpidas. Multiculturalismo aparte, son preciosas.
Fuente

Partiendo del hecho que dentro de la tradición cristiana siempre se apela a la ignorancia en cuanto a fechas sobre el apocalipsis (Marcos 13:32 / Mateo 24:36),  es difícil que las religiones abrahámicas puedan sentirse felices ante la absurda idea del fin del mundo.
Es más fácil que cualquier otras religión, sectas o "filosofía" New Age tomara para sí tal acontecimiento como la comprobación de sus dogmas. A los cristianos, de hecho, les faltaría que esto fuera parte del jucio final para usarlo a su favor.


El supuesto del fin del mundo es sólo una excusa teatralizada para el fin de la humanidad. Coloca ambos hecho en un mismo marco: Le añade elementos místicos y lo satura de significados estúpidos. Si algo así sucediera, este día sería la causa de un orgasmos colectivo, la prueba definitiva de que su fe es correcta: La afirmación que el hombre es la cabeza de la creación, y que el universo debe morir con él para satisfacer su enfermizo ego.

Conclusión final:

Lo que los chalados religiosos parecen no entiender es que el mundo no tienen que acabarse para que los humanos la pasemos mal: Terremotos, tsunamissupervolcanes, meteoritos, supertormentas, glaciaciones, etc, Muchos fenómenos naturales podrían acabar con las humanidad tal y como la conocemos.
Incluso, cualquier cambio sustancial en la estructura sociopolítica o la realidad económica de nuestra civilización, podría amenazar nuestra existencia tanto como la naturaleza podría hacerlo.

Les pido que la otra vez que su odio hacia la civilización, o su deprimente visión del hombre les haga desear la muerte, no inventen una farsa tan grande. El suicidio colectivo es la mejor opción.

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