viernes, 28 de diciembre de 2012

Sobre la seguridad matemática de ser cristiano


[...] Pero, una vez más, en el momento en que uno se ha deshecho de las presuposiciones superfluas, la especulación acerca de quién nos diseñó para que fuéramos diseñadores se vuelve tan infructuosa e irrelevante como la pregunta de quién diseñó al diseñador. 
Aristóteles, cuya argumentación acerca del motor inmóvil y la causa incausada representa los orígenes de este argumento, concluyó que la lógica necesitaría cuarenta y siete o cincuenta y cinco dioses. Seguramente, hasta un monoteísta agradecería en este aspecto la navaja de Ockham. Partiendo de una pluralidad de motores primigenios, los monoteístas los han ido reduciendo a uno solo. Cada vez se acercan más a la cifra redonda y verdadera.
Christopher Hitchens. En Dios no es bueno.

Cuando sea capaz de escribir de esta forma, creo que empezaré a serle más útil a mis semejantes.
Lo que puede ser afirmado sin pruebas, puede ser descartado sin pruebas.
Fuente
Un ateo es, básicamente, un cristiano que luego de haber rechazado con argumentos racionales a todos los dioses ("A este lo crearon los aztecas para justificar sus guerras, a este lo crearon los griegos para justificar sus orgías") se olvido que al suyo debía justificarlo con la trampa de la fe, para que la que da lo mismo que Spiderman haya creado el universo, o que Thor pueda mejorar las calificaciones de los exámenes para los que no he estudiado.

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