viernes, 20 de noviembre de 2009

Cama de león

El problema de un estereotipo es que aún no se alcanza a comprender la verdadera función que ha desempeñado en la humanidad desde hace siglos: como todas mis opiniones, ni bueno ni malo: solo me es posible esbozar las que considero unas importantes consideraciones antes de que alguien pueda emitir un juicio más certero.

Para empezar hay que quitarnos las vendas de los ojos, y reconocer que todos seguimos un estereotipo. Todos buscamos una manera más o menos prefabricada a través de la cual expresar nuestra identidad. Considero que las identidades culturales (Propia de cada civilización y que representa la suma de lo colectivo) vienen a ser los primero estereotipos que las personas usaron.
Que después, con la creciente relación que los pueblos han tenido, los estereotipos se fueron ampliando más allá de las diferencias geográficas, y empezaron a estereotiparse otras actividades, tales como la agricultura, (La vida campesina tan aclamado por sencilla en muchos poemas antiguos) o la posición económica (La vida urbana, cuya naturaleza nunca se ha terminado de definir).

No es del todo censurable usar un estereotipo, así como no es censurable usar una plantilla para montar una página web: con la diagramación, diseño y la combinación de colores ya adecuados para alcanzar un aceptable nivel de calidad, podemos ocuparnos de cosas tales como la programación necesaria para que el sitio trascienda a la web 2.0. O el contenido, del cual estos blog son el mejor ejemplo: cualquier profesional en su área puede compartir a otros sus ideas, sin necesidad de haber ampliado sus conocimientos a las esferas de la programación, diseño o diagramación web.

Ese es la importancia de un estereotipo: que nos brinda un recipiente donde podemos depositar nuestras necesidades, para solventarlas en base a un esquema más o menos perfeccionado por otros; y, después de satisfacer esas necesidades, poder trascender más allá del estereotipo hasta alcanzar… lo que se quiera alcanzar.

Vamos a la parte fea de mi pequeña historia. Hoy en día existen estereotipos menos elaborados y más superficiales, que representan los esfuerzos de algunos por promover una falsa globalización: lo que evitaba en gran medida que los estereotipos hayan sido perjudiciales hasta ahora, es que eran miles, y en todos ellos primaba los principios humanistas más fundamentales. Hoy en día aparecen emos, reguetoneros, fresas (las famosas tribus urbanas de las que tanto se burlan en la Frikipedia) y en ningún momento representan un estereoripo viable: muchos de ellos dejarán de serlos en unos cuantos años: cuando el sistema que los creó los reclame para hacerlos parte de la fuerza laboral, deberán dejar esas tontos esquemas de niños tontos para adoptar uno vacío y sin sentido de trascendencia.

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