viernes, 27 de noviembre de 2009

Una pequeña platica

Te aplaudiría Funes, pero en realidad no entiendo lo que estás haciendo. Muy pocas veces apareces en los medios, (Ahora por lo menos lo haces) y solo cuando de veras necesitas defenderte del ataque de tus detractores… Nunca nos cuentas ni chiste al menos, para saber que aún conservas el sentido del humor que es inherente a toda persona que aún conserva su sano juicio. Porque los locos no se ríen: viven para hacernos reír, y ya hubo varios presidentes de este tipo en administraciones pasadas.

Recuerdo vagamente que dijiste en tu discurso inaugural que no tenías el derecho de equivocarte… No, espera: hablaste en plural, y ahora no entiendo si te referías al partido que te acompaña-acecha, y que cada vez parece querer confrontarte más; o solo obedecía a esa manía que tienen algunos de referirse a si mismo en plural: ¡Aquí estamos, para servirle! ¡Por aquí, disfrutando la fresca! Lo que me sorprendería mucho tomando en cuenta tu vasta experiencia como reportero.

Sin embargo eres el presidente, y, aunque comprendemos que muchos de tus errores pueden deberse a la ineficiencia de tus asesores técnicos, eres tú la figura central en esta obra.
Sigo con la misma necedad: ¿Qué haces? No te veo teniendo un plan verdadero, solo veo como estas regalando dinero a diestra y siniestra en forma de útiles y uniforme, incentivos, subsidios y un peligros etcétera.

Me dirás que el pueblo tiene hambre; yo te diré que estoy consiente que una parte del pueblo tiene hambre, pero si sigues con tu obsesión de implantar un Estado de Bienestar a golpe de préstamos, ahora si será el pueblo entero quién tenga hambre.

La situación económica (O como podrías entender mejor: El momento histórico) que impera en el país no es el apropiada para que sigas asistiendo "las clases débiles" con caridad, cuando hay una vasta clase media que por alguna razón no termina de ser productiva

Y sale tu vicepresidente, un hombre notable en el manejo de armas, a decir que la infraestructura escolar no da abasto y que por eso va a cambiar el esquema ideológico que se les imparte en las escuelas.
Claro, si los niños cantan el Himno de la Unidad en lugar del estribillo de Aberle, el espíritu de Lenin les ampliará la escuela. Por favor. Son todos un chiste del que pocos podemos reírnos

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