miércoles, 4 de noviembre de 2009

A propósito de cosas gratis

"Un chaval joven con 20 euros en el bolsillo no puede permitirse comprar toda la música que pudiera desear. Lo normal es que se baje los discos desde Internet e invite a su novia al cine. Quien no haga esto es que es gilipollas. Si yo tuviera 15 años, también lo haría"
Manu Chao

Alguien dijo una vez que las mejores cosas en esta vida son gratis… alguna vez también lo dije: lo cierto es que puedes pagar una entrada al cine pero no comprar una buena compañía; podés invitar a alguien, que probablemente irá pero no podes asegurar que será una buena compañía. Podés meterte a todas las funciones de la tarde si te escondés en los baños (No hacerse en donde revisen los baños)… que sea gratis, no significa que sea bueno.

Sin embargo, y habiendo tantas cosas buenas en este mundo, cada vez más los modelos estereotipados nos impiden ver más allá de lo común, y resulta que lo más común en este mundo capitalista (Hasta los izquierdistas son capitalistas, como en China) es aquello que podamos comprar. De hecho las cosas más comunes son las más caras; aquellas de cuyas empresas puedan costear una extensa publicidad.

Pero también está el problema de la crisis mundial, la creciente inflación y todos aquellos problemas financieros por los que continuamente maldecimos las ciencias económicas. (Su nueva dirección) Muchos de los productos que vemos en televisión no los podemos comprar: es lógico (no vayan a salir con moral de medioevo o tecnicismos jurídicos) que la piratería se haya configurado como una industria de pobres para pobres…

La segunda pobreza la entiendo: la pobreza material es el largo resultado de las inestabilidad del sistema capitalista que a través de los años, aunque reinventándose, no ha logrado perfeccionarse a términos aceptables… ¿Humanización del Capitalismo? ¿Weber nos ha engañado todo este tiempo?...

La segunda pobreza que ha inducido a la industria de la piratería es la pobreza de ideas. Por un lado, algo debe habérsele ocurrido a los miles de asesores y analistas de las grandes empresas (Por ahora limitémonos a las discográficas). Pero por otro, la pobreza de ideas más extrema que veo es la de todos nosotros en conjunto, que no encontramos otras alternativas a nuestros gustos estandarizados.

Sinceramente no veo que necesidad hay que se piratee el material de un artista que ni siquiera tiene talento (Daddy Yankee, Britney Spears, etc. Si alguien agrega más en los comentarios lo agregaré después) y para colmo lo estás oyendo en el transporte colectivo a todo volumen todo el día.
(En mi país es común ver a cualquiera con audífonos en sus oidos: salir a la calle significa ver a siete en un mismo autobús… Generalmente celulares, es gracioso oír como ringtone la canción que acaba de sonar en la radio.)

Que conste: mis variados gustos musicales incluyen a Morodo, por ejemplo. No quiere que se me tilde de elitista ni mucho menos de anti-pluralista; mi punto de vista al respecto están plasmadas en comentarios anteriores.

Lo que digo es que no le encuentro la justificación que algunos me dan cuando “compran” productos materiales de estos y otros “artistas”: que es la única forma en que ellos pueden acceder al arte…
Lo que ellos no entienden es que sus “artistas” –cansado de entrecomillar un término que no les pertenece- solo ven el dinero como recompensa de lo que hacen. Ellos no son como las miles de bandas que empiezan en una cochera y terminan haciendo discos porque saben que sus música es inspiradora. La mayoría de la música comercial es un asco, que al no verse bien pagada se vuelve aún más asquerosa.

Mientras se me ocurre algo mejor que decir al respecto, seguirá oyendo “Camino de la Vida Entera” de Canteca de Macao. Ejemplo así son bastantes inspiradores para escribir.

Bonn,16 de diciembre de 1770

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