viernes, 20 de noviembre de 2009

Pensando en los abogados de Marruecos

No soy globafóbico: de hecho considero más o menos plausible la loca idea de una cultura generalizada, aunque difiere abismalmente en los términos bajo los que esta debe formarse.

Para empezar, la globalización cultural que los medios influyentes tanto pregonan, esta supeditada a los oscuros (Mi elección de adjetivos es mala: trabajo en ello) intereses económicos de unos cuantos que pretenden, que al haber una cultura generalizada, sus esfuerzos publicitarios requerirán menos estudios de mercado, pues el mercado tendrá las características que ellos desean.
Sería de más soñado que pudieran implantar una cultura universal que estuviera basada en los más altos principios, donde la dignidad humana… Pero es vano el sueño: recordemos que son los mismos que han manifestado su arte a través de Nickelodeon o Daddy Yankke, así que no me esperaría nada bueno de ellos.

No hay que ser un genio para reconocer que nos encaminamos cada vez más a una cultura general que abarcará todas las geografías posibles: y que dentro de algunas centurias, las barreras que ahora nos separan (etnocentrismo, nacionalismos) van a borrarse irremediablemente.

Ante lo inevitable, repito que lo importante en plantearse en que términos vamos a adoptar un consenso universal: no se trata de imponer una cultura sobre otra, no se trata de imponer costumbres artificiales y estereotipos vanos y superficiales. En un comentario anterior dije que lo hermoso de este mundo era su infinita diversidad; globalización y diversidad no tienen porque ser conceptos divergentes: son en realidad, el objetivo y el esquema de un mismo proceso.

Por partes. Es de todos conocidos los ensayos que circulan en Internet sobre las comparativas entre Borges y Lovecraft. En mi opinión es un claro ejemplo de cómo globalizar la diversidad es el mejor esquema bajo el cual las ideas pueden crearse o renovarse: de que si el providenciano influyó en el Argentinean, o si este solo admiraba a aquel, o está claro; lo cierto es que más allá de eso sus obras presentan ciertas similitudes (Hoy en día se hay juicios de plagios por menos que eso). Estas similitudes demuestran que a pesar de las distancias geográficas y de época, la esencia de nuestra naturaleza parece encontrar los mismos caminos para expresarse, aunque en diferentes formas.

Esto también puede rememorar los ocultistas estudios sobre conocimiento telepático, y se que su sola insinuación me hacen ver como un loco descabellado (prácticamente un honor), o peor aún, como un niño que aún no madura, lo que me causaría gran pesar. Sin embargo no me estoy refiriendo al conocimiento, sino a la esencia del conocimiento y de cómo este es universal: que aunque ahora en día parezca la humanidad parezca una correlación de islas, tenemos que empezarla a ver como un todo que por ahora esta fragmentado.

Pero que con Internet esta buscando la manera de volver a integrarse.

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